Horas después de regresar a la oficina el 2 de enero, se les pidió a seis empleados de la organización de Liderazgo, Intervención, y Compromiso a la Comunidad del Estudiante (SLICE por sus siglas en inglés) sentarse frente a un público de compañeros mientras la directora de la organización, Verónica Pettigrew les decía descaradamente que «ya no se necesitaban sus servicios». Nueve días después, todos los empleados volvieron a ser contratados en sus posiciones de origen por causa de las protestas de los empleados presentes de SLICE, de los estudiantes y del profesorado, de miembros de la comunidad, y de la unión de los estudiantes trabajadores Working Wildcats. ¿Qué fue la causa de la serie de despedidas? ¿Qué llevó a que los empleados volvieran a ser contratados? ¿Cómo reaccionó el campus?
Anna Ward, un miembro de los clubs de SLICE y del equipo de programación Orgs volvió a explicar la situación: «Nos sentamos en esta junta que no era obligatoria [la primera junta después del descanso de invierno], nos sentamos por cuatro horas de entrenamientos que incluían una serie de videos desencadenantes…sin que nuestra directora nos advirtiera que eso iba a pasar,» dijo Ward. «Al final de los entrenamientos, ella [Pettigrew] explicó qué era lo que ella quería cambiar en la oficina y luego dijo [los nombres de] seis empleados, incluyéndome a mí también, y dijo que «ya no se necesitaban nuestros servicios.»
Ward también describió una escena como si fuera de Hunger Games en donde su compañero de trabajo, Devon Nawdish, ofreció que su posición fuera suprimida en lugar de la de Ward, y Pettigrew aceptó. Según un correo electrónico escrito por la directora de SLICE y una carta abierta firmada por los seis empleados que fueron despedidos, la supresión de los puestos se debía a cuestiones de «presupuesto de departamento, de acceso a necesidades programáticas, de consulta con los empleados y del promedio de calificaciones.» Según Ward, anteriormente, el presupuesto de SLICE fue cortado por un 10%.
La carta abierta condena las despedidas, citando su carácter arbitrario, el «más que alto promedio de las calificaciones (GPA en inglés) de los empleados victimizados» y la distribución de los proyectos desviados de los empleados anteriores, «lo cual mostraba que no se había razonado, planeado y pensado el proyecto de manera adecuada.» No todos los empleados estaban en la oficina cuando ocurrieron las despedidas por el hecho de que la junta era opcional y entonces algunos se enteraron por medio de un chat que habían sido despedidos.
«Nadie de nosotros habíamos medido la magnitud de lo que iba a pasar,» dijo Ward. «El personal profesional en posiciones más altas que las nuestras no tuvieron noticia y tampoco se les informó que iban a perder a empleados antes de que empezara la junta.» En el periodo de tiempo en que ocurrieron las despedidas, SLICE ha sido operando con un personal de 16, perdiendo casi 40% de los empleados de la organización por la terminación de un grupo.
La carta abierta también mencionó que las «despedidas parecen ser actos de venganza, y es parte de un patrón de humillación y comportamientos preocupantes hacia los empleados en la oficina.»
Hay una lista de las ocasiones en SLICE en que Pettigrew cuestionaba la productividad de los empleados, les pedía que cumplieran trabajos inútiles, y hacía «grandes cambios sin haber hablado con el personal profesional o con los estudiantes quienes habían estado trabajando en proyectos por meses» después de que ella se juntó a la organización en noviembre.
Hubo una petición que pedía que se volvieran a contratar a los empleados despedidos de SLICE y que juntó más de 200 firmas, junto con la carta abierta firmada por Devon Nawdish, Emily Duncan Nastasjja Bach, Nova Wendikbo, Em Eichholtz, y Ku Hoaplili (los seis empleados que fueron despedidos). La carta la han visto los administradores en los puestos más altos, incluyendo el presidente Jim Wohlpart y la vicepresidente para la división de compromiso y éxito de los estudiantes, Dra. Margaret Ortega según Ward. Ward también le da crédito a la unión de los estudiantes trabajadores Working Wildcats por jugar un papel esencial para los seis empleados. Los Working Wildcats ayudaron a planear la carta abierta, y también a organizar la petición. Se pueden ver los dos documentos en el sitio web de la unión.
En 11 de enero a las 9 de la mañana, se dio a saber que se les había vuelto a ofrecer los trabajos a los empleados, un proceso rápido gracias a las acciones de los miembros del campus que buscaron un tratamiento justo después de que fueran despedidos los seis estudiantes.