La Gran Conferencia Atlética del Noroeste (GNAC por sus siglas en inglés) reconoció a Xavier Smith, un estudiante de último año, como el jugador del año el mes pasado.

“Obviamente estaba feliz. Pero, realmente fue un sentimiento de alivio, saber que trabajar duro valió la pena”, dijo Smith. “Estaba feliz de poder finalmente jugar a un nivel que me permitiera ganar ese reconocimiento”.

Smith jugó al baloncesto universitario en la Universidad Estatal de Oregon y la Universidad de Idaho antes de jugar para CWU.

“Central realmente me obligó a dar todos los siguientes pasos necesarios en mi desarrollo para ser tan bueno como soy hoy, y tener el año que tuve”, dijo Smith. “Así que estoy muy agradecido por la oportunidad”.

Smith promedió 18,4 puntos, 4,3 rebotes, 2,0 asistencias y 0,7 robos por partido, mientras que lanzó a la canasta el 51,5% desde el campo, el 39,6% desde el rango de 3 puntos y el 83,3% desde la línea de tiros libres. Smith dijo que llegó a su nivel de habilidad esforzándose al máximo, todos los días, sin faltar un día.

“Cuando llegué a la universidad, realmente quería dar el siguiente paso en el desarrollo de mis habilidades”, dijo Smith. “En los dos últimos años, todos los días, y cuando digo todos los días, no estoy exagerando, me he levantado a las 6 de la mañana y he llegado al gimnasio a las 6:15 de la mañana. Hago unos 700 tiros y luego vuelvo una hora o dos horas antes del entrenamiento y termino otros 300”.

Incluso después de hacer unos 1,000 tiros, Smith seguía yendo a los entrenamientos y haciendo ejercicios en equipo. Después de los entrenamientos, Smith se quedaba hasta tarde y seguía tirando hasta quedarse satisfecho.  

“Mi objetivo era realmente realizar entre 1,000 y 1,200 tiros cada día, para estar en una buena posición de dar ese paso para hacerlo bien en la cancha y seguir mejorando”, dijo Smith. “Así que ese es mi secreto, pero no es un secreto porque en realidad solo se trata de trabajar duro”.

Smith dijo que se enorgullece de tener empuje y trabajar al máximo, y es algo que el entrenador de baloncesto masculino de la CWU, Bandon Rinta, notó en la cancha y fuera de la cancha.

Crecer en Seattle

Cuando Smith no está en la cancha o no está haciendo ejercicio en el gimnasio, dijo que pasa su tiempo libre con sus mayores seguidores: sus amigos, su familia y su perro, Deuce. Sin embargo, Smith dijo que su mayor seguidor a lo largo de su carrera ha sido su padre, Will.

“Él es el que me puso la pelota en las manos,” dijo Smith. “Él ha sido conmigo y con el deporte desde el primer día durante todos los altibajos, antes de que la gente pensara que jugaba tan  bien como para llegar al nivel al que he estado jugando este año. Él ha estado allí todo el tiempo y nos hemos enfocado en solo mejorar juntos”.

Smith creció en Seattle y dijo que está feliz de ser de allí por todas las raíces que tiene Seattle en el baloncesto.

“El nivel de competición en Seattle está entre los más elevados en el país, allí siempre se juega a un buen nivel de competición.” dijo Smith. “ Estoy feliz de ser de Seattle, aquí es donde nací y crecí, y me alegro de poder seguir esta tradición de baloncesto y el legado que tenemos aquí”.   

Seattle le dio a Smith la inspiración y la motivación en la cancha. Smith incluso eligió el número 11 en honor a la leyenda del baloncesto de la escuela secundaria de Seattle y ex estrella de la NBA, Jamal Crawford. 

Sus aspiraciones para el futuro

Si bien Smith ha ganado el premio GNAC del jugador del año, ahora mismo solo se está enfocando en una sola cosa, llegar a formar parte de la NBA. 

“Con el premio del jugador del año, yo sé que soy ese tipo de jugador y yo sé que puedo jugar en la NBA,” dijo Smith. “Se trata de empezar a mejorar y tomar las medidas necesarias para llegar a ser un jugador de la NBA, eso es lo que estoy preparando. Ese es mi objetivo y eso es la próxima cosa que voy a lograr. ”

Rinta dijo que está emocionado por el futuro de Smith.

“De verdad creo que Xavier va a continuar creciendo como jugador de baloncesto durante los próximos cinco años”, dijo Rinta. “Todavía es joven e incluso con un año adicional [de elegibilidad], se va a graduar joven y estoy emocionado de poder seguirle en su carrera profesional y ver que está mejorando”. 

“Él trabajó tan duro como cualquier jugador que he entrenado para mejorar y desarrollar sus habilidades. El paso que dió desde su primer año aquí hasta la temporada pasada fue grande, un paso que muy pocos de los chicos que he entrenado han dado. Y eso fue el resultado de su empuje y de su ética de trabajo”, dijo Rinta.